Durante las 3 entradas pasadas hablamos de diferentes corrientes psicoterapéuticas y su forma de abordar la terapia. Hoy hablaremos de un elemento que tienen en común todas las formas de hacer terapia: el cambio.
Si bien cada forma de psicoterapia propone un método distinto para hacerlo, todas buscan que haya alguna transformación en el individuo, una forma diferente de relacionarse con algún aspecto de la realidad, sea él mismo, el mundo, o ambos. Incluso hay terapias que abordan abiertamente el aspecto espiritual de cada persona, y lo utilizan como motor positivo para generar esa transformación (el caso de la corriente transpersonal).
Sin embargo, no es fácil atravesar un cambio, y menos cuando el que está cambiando es uno mismo. Hace unas semanas hablamos acerca de los duelos y la dificultad que puede haber al procesarlos, y recalcamos que los duelos ocurren cuando una etapa termina, y no necesariamente debe haber una muerte para que se presente.
Por esto es que el cambio es uno de los obstáculos más complicados de sortear al buscar terapia. Nos aferramos a la manera que tenemos de ser y hacer las cosas, aunque éstas ya no estén funcionando, porque tenemos miedo de pasar por ese duelo, y por esa sensación de pérdida de nosotros mismos.
Carl Jung, famoso psicoanalista, en muchas ocasiones hablo de la muerte como un arquetipo más que como un hecho tangible, y dentro de ese arquetipo incluyó los procesos de cambio, especialmente los que vivimos en la terapia.
El cambio también tiene mucho que ver con el vacío, como ya lo exploró el creador de la Gestalt Fritz Perls. Para él, una persona que tenga salud psicológica será quien pueda tolerar el vacío que llega cuando se terminan los diferentes procesos en su vida, pues esto le permitirá asumir los siguientes, siendo así un vacío lleno de vitalidad y movimiento. Por el contrario, una persona que se aferra a su forma de ser y que no se permite cambiar, estará atorada en un vacío infértil y repetitivo.
Es por esto que es tan importante permitirnos atravesar los momentos de cambio que lleguen en la vida, y si notamos que estamos teniendo problemas para hacerlo, pedir ayuda y acudir a un proceso de psicoterapia que nos dé las herramientas necesarias para sobrellevar ese proceso
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