El martes pasado, nuestra nutrióloga Caro García, escribió en el blog acerca de lo que realmente implica ser saludable y las dimensiones que puede abarcar la salud en la experiencia humana. Ella cita a la OMS, que define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y hace la observación de que no podemos conformarnos con no tener una enfermedad o algún malestar en el aspecto físico para considerarnos sanos, debemos incluir la parte social y mental para tener una evaluación que sea realmente integral.
Como complemento a ésta entrada de blog que Caro escribió, me pareció importante explorar cómo se relacionan éstas tres áreas entre sí para brindarnos la experiencia de salud, pues no se trata de enfocarnos en una sola, sino de tener un balance entre las tres.
Es interesante notar que éstas tres áreas en realidad están mucho más relacionadas de lo que es evidente a primera vista. Por ejemplo, pensando en el caso de la mujer que mencionó Caro en su artículo, que tiene una alimentación sana y realiza actividad física pero ha sido diagnosticada con un trastorno de ansiedad, podemos hipotetizar que éste trastorno probablemente esté influyendo en su forma de relacionarse socialmente, dándole mecanismos de defensa exagerados o reacciones excesivas a estímulos inofensivos.
Incluso, al ir profundizando más, es interesante notar que existen casos de personas que tienen un enfoque “saludable” en términos de alimentación o ejercicio, pero que en realidad han generado esta visión desde la ansiedad que les genera no ser aceptados socialmente, hablando de cierta disfunción en la parte mental o emocional.
Tomemos un caso diferente al de Caro. Imaginemos a alguien que no tiene ningún tipo de cuidado respecto al área física, en este caso: en el sueño, pero que aparentemente no muestra síntomas en el área social o mental. Esta persona duerme 3 o 4 horas diarias pero sigue viendo a sus amigos y no tiene señales que indiquen algún problema en su desarrollo mental. Sin embargo, si ésta situación se prolonga, las hormonas que regulan la actividad mental se verán alterados, y empezarán a mostrarse señas de impedimento en el desarrollo mental. Por otro lado, el cansancio probablemente impedirá que ésta persona tenga un contacto social constante y gratificante.
Es así como podemos ver lo complejo que puede ser llevar una vida saludable, y la necesidad que tenemos de un enfoque integral al momento de tratar nuestra salud, que nos permita balancear y unir éstas tres partes de nuestra vida y nos ayude a darle la importancia que merece cada una.
Fuente:
Constitución [Internet]. Organización Mundial se la Salud. 2022 [citado el 15 de marzo del 2022]. Disponible en: https://www.who.int/es/about/governance/constitution
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