Hace unas semanas hablamos sobre lo que significa ser realmente saludable y cómo esto va más allá de estar o no enfermos. Hoy quiero platicarles sobre los tres aspectos más importantes de la salud física, a los cuales podemos llamar los tres pilares de la salud física.
El primero y el más evidente es la alimentación. Cada decisión que tomamos con respecto a lo que comemos, puede tener un impacto en nuestra salud. Hay alimentos que tienden a inflamar a las células, aumentar nuestra presión arterial, aumentar los niveles de azúcar en sangre, entre otras cosas. Pero de igual forma hay muchos alimentos que nos ayudan a reducir el riesgo de padecer muchas enfermedades además de nutrirnos, como por ejemplo los frutos rojos que además de aportarnos vitamina C, son una excelente fuente de antioxidantes los cuales nos ayudan a eliminar radicales libres de nuestro cuerpo. Esto no significa que podemos clasificar alimentos como buenos y malos ya que cada persona tiene objetivos y requerimientos diferentes, por lo que decir que un alimento es bueno o malo sería subjetivo. Sin embargo, sí podemos hablar de dietas correctas o incorrectas ya que la proporción de alimentos no recomendables para la salud, contra los recomendables, es lo que verdaderamente importa.
El segundo pilar es la actividad física. La cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. Esto quiere decir que el simple hecho de caminar de tu recámara a la cocina, ya es considerado una actividad física. Se ha demostrado que la actividad física realizada de manera regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer. A pesar de que un movimiento mínimo ya es considerado actividad física, hay ciertas recomendaciones dictadas por la OMS para poder aprovechar todos los beneficios de la actividad física. En adultos entre 18-64 años, se recomienda realizar entre 150 y 300 minutos de actividad física moderada a la semana. Es decir, con realizar 25 min de una caminata continua los siete días de la semana, estarías cumpliendo esta recomendación.
El tercer y último pilar es el sueño, el cual irónicamente, va de la mano de los otros dos pilares. La OMS recomienda que los adultos duerman un mínimo de 6 horas al día, mientras que los niños este requerimiento es mayor. Es importante entender que el descanso es una necesidad, no un placer. El incremento del apetito, la disminución en la capacidad de concentración y los problemas gástricos, pueden ser algunas de las consecuencias de la falta del descanso. Existen varios tipos de trastornos del sueño, pero el más común es el insomnio. Este se define como la dificultad para conciliar o mantener el sueño durante la noche. Las principales causas son el estrés, preocupaciones laborales o sociales, eventos traumáticos y actualmente se está investigando el uso de pantallas previo a dormir.
Te invito a que hagas un self-check de tu salud física y revisa qué aspectos de ella puedes mejorar. Como les mencioné previamente, es difícil siempre estar 100% sano, pero si hay muchas cosas que podemos hacer para intentar que nuestro cuerpo esté en óptimas condiciones.
Referencias
Actividad física [Internet]. 2022 [Citado 28 de marzo 2022]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/physical-activity#:~:text=La%20actividad%20f%C3%ADsica%20hace%20referencia,como%20intensa%2C%20mejora%20la%20salud.
Get Enough Sleep - MyHealthfinder [Internet]. Health.gov. 2022 [Citado 28 de marzo 2022]. Disponible en: https://health.gov/myhealthfinder/topics/everyday-healthy-living/mental-health-and-relationships/get-enough-sleep
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